Lo dicho, me queda mucho por aprender, pero ahí estoy, intentando
hacer las cosas mejor.
Hoy no pretendo ponerme triste y seria… ni mucho menos. Hoy estoy contenta e incluso satisfecha. De unos años a este parte no lo he hecho del todo bien con el pollo. Cuando no era por falta de tiempo porque trabajaba y llegaba cansada, era simplemente porque no me apetecía. Otras era simplemente porque cuando me quedé sin trabajo, mi mundo se vino abajo y el estrés y la ansiedad no me dejaban.