miércoles, 25 de enero de 2017

Mamá no quiere ser Superhéroe


Esto es lo más cerca que estaré de un Superhéroe

Esta tarde volviendo del cole el Pollo me ha preguntado si me gustaría ser Superhéroe. A lo que yo le he contestado con un rotundo no. Tan rotundo que hasta se ha extrañado y ha puesto cara de “¿Cómo puede ser posible con lo que mola?”

Y claro... hemos ido todo el camino a casa (15 minutos), yo argumentándole el porqué de mi rotundidad y él vendiéndome las bondades de ser un Superhéroe.

- Ser Superhéroe mola porque todo el mundo te quiere...
- Sí, pero por eso mismo te perseguirán a todos lados pidiéndote fotos y autógrafos.
- Como puedes volar (porque para él todos vuelan, hasta Hulk) pues vas gratis a todas partes...
- Pero si te vas de aquí a las islas Maldivas no puedes llevar equipaje volando y fijo que por el camino te acusan de invadir el espacio aéreo sin permiso de algún país chungo.

Luego he tenido yo mi minuto de gloria, en el que le he expuesto una serie de desventajas:

- Los Superhéroes no tienen padres, o alguno de ellos le falta.
- No pueden tener novia, porque generalmente acaba muerta. Y si no lo está, poco le falta porque siempre está en peligro.
- Quedar con colegas es casi imposible, siempre hay alguien que pide auxilio y te toca salir pitando... tus amigos empiezan a pensar que es una excusa tuya para irte sin pagar del restaurante.

Ante esta situación tan chunga de padres, novias y amigos me ha sugerido que todos podrían ser Superhéroes, a lo que yo le he respondido que entonces sería casi imposible celebrar una comida de domingo en condiciones, porque los Superhéroes no tienen vacaciones. Y en lo que el abuelo salva a una ancianita de un atropello, la novia puede estar rescatando a un diplomático de un secuestro. Así que a la abuela Superhéroe se le iban a enfriar las croquetas.

Otro punto en el que le he mostrado mi reticencia:

- Casi todos llevan mallas y van bien apretados... él me ha salido con que podría llevar vestido, a lo que le he apuntado que si volaba, acabaría enseñando las braguillas. Cosa que no me apetece demasiado.

En fin... que los 15 minutos han dado para mucho y creo que le he dejado claro al pollo que yo sólo quiero ser una persona corriente. De las que pasan sin hacer demasiado ruido por este mundo. Que la vida de un Superhéroe no es tan guay como todos la pintan.

Quizá otro día hablemos de los supervillanos, quien sabe...

5 comentarios:

  1. Me pongo de parte del pollo. El inconveniente de las mallas se compensa con la posibilidad de hacer el bien. No hay color

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    1. jooooo, pero no te deja tener vida propia! Eso de vivir sólo para el bien no mola nada...

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    2. Yo estoy de acuerdo con la madre del pollo. es mejor pasar desapercibido y no tener que estar todos los días salvando a gente, y por otro lado siempre me comería las croquetas calentitas.

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  2. Tres a uno! Muy razonables tus argumezntos, pero me incluyo en la liga de superhéroes, con El Pollo y Mayte.

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  3. Pues yo estoy con tu hijo... Hay que ser superhéroes!! Siempre!! Mira la peli de los increíbles, todos tienen superpoderes y molan como familia!

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